Archivo mensual: May 2014

No, no somos amigos

Queridos y queridas, políticos y políticas (¿lo he hecho bien?):

Estos días he recibido vuestra propaganda electoral, y siento la necesidad de decir que creo que no tenéis claro el concepto de amistad. No soy vuestra amiga. No lo soy. Ni vosotros mis amigos.
No iba a escribir nada sobre esto, principalmente porque no lo vais a leer, ya que estos días estáis ocupadísimos en conseguir un nuevo trabajo apasionante y muy bien pagado. Es lógico. Aunque la verdad es que mis amigos sí lo leerán.
Mis amigos de verdad, si me escribieran una carta, lo harían a mano, pondrían mi nombre después del “querida”, y me contarían cosas sobre ellos, en lugar de criticar a mis otros “amigos”.

Mis amigos de verdad son los que me felicitan por mi cumpleaños, preguntan por mi familia, y se preocupan si llevan unos días sin saber de mí.
Mis amigos de verdad son esos que me animan cuando llego de trabajar a las cinco de la mañana, con los pies destrozados, cortes en las manos y la espalda dolorida.
También son los que me envían ofertas de trabajo cuando ven algo “de lo mío”.
Mis amigos de verdad son los que saben qué decir y qué hacer en cada momento, en los mejores y los peores, porque siempre están ahí.
Son los que no necesitan un folio entero para comunicarse conmigo, sino cuatro simples letras (¿café?).

Mis amigos de verdad son los que me miran y sonríen cuando empieza a sonar mi canción favorita (entre otras cosas, porque como son mis amigos, saben cuál es).
Son los que me incluyen en los grandes momentos de sus vidas, porque eso es lo que hacen los amigos.
Son los que me invitan a cenar, a unas tapas o al cine, porque los amigos comparten con otros amigos lo que tienen.
Y, sobre todo, son los que de verdad se preocupan por mí, aunque yo nunca llegue a hacerles falta para nada.

Así que no, vosotros no sois mis amigos.

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Cinco razones por las que las redes sociales de Internet te están arruinando la vida

Las redes sociales de internet están muy bien, para qué negarlo. Sirven para presumir, cotillear y… Bueno, seguro que para algo más. Pero mientras reparten esas bondades, también hacen estragos en nuestra felicidad personal. A continuación verás las cinco principales razones por las que te afectan negativamente. Seguramente te muevas en torno a los 200 amigos en Facebook, sigas a unos 300 en Twitter y alrededor de 80 en Instagram, así que recibes retazos de la vida social de demasiada gente, lo que hace que tengas una percepción un pelín alterada de la verdadera realidad, y que alguna vez hayas sentido algo de esto:
-Todo el mundo tiene más logros que tú: véase bodas, graduaciones, hijos, nuevos empleos, apartamentos, viajes, másters… Antes tú presenciabas estos acontecimientos y te alegrabas por tus amigos. En cambio, ahora ves esa fotografía de gente triunfadora y feliz (que no ha contado contigo porque ellos no son tus amigos sino conocidos de los primos de uno que iba a tu clase, que una vez coincidisteis en no sé dónde y os etiquetaron en la misma foto y entonces os agregásteis al face). Y encima lo haces justo en ese momento en el que estás súper aburrido y no tienes nada mejor que hacer con tu vida que coger tu teléfono y cotillear rastreramente el facebook de gente con la que ya no te tratas. Y claro, duele.
– Todo el mundo tiene más amigos que tú, y un grupo de íntimos más afianzado: no necesariamente; la mayoría de los que ves es gente con la que se encuentra por la calle y de pronto siente la necesidad de hacerse una foto y subirla para que todos vean que conoce a gente y no piensen que lleva más de diez minutos andando por la calle solo. ¡Solo! ¿Dónde se ha visto un comportamiento tan antisocial? Seguramente no se habrán visto en años ni lo volverán a hacer. De hecho, si se quedaran solos durante diez minutos, uno de los dos se suicidaría para darle al otro un tema de conversación (por lo menos tres tweets encadenados #EstáPasandoloEstásViendo). En cuanto a los grupos, si te fijas, verás que no siempre se repite la misma gente en las fotos, lo que quiere decir que unos días quedan con unos, y otros días con otros (hasta los de Friends tenían más amigos, aunque no salieran casi nunca en los capítulos).
– Todo el mundo hace cosas más divertidas: lógicamente, si ponen fotos de algo, no va a ser de lo aburrido. Aunque hay algunos plastas que ya están empezando a hacerlo, en plan: “llevo 23 horas durmiendo”, o “estoy tan aburrido que voy a comerme la pantalla del ordenador” y cosas así. Lo que buscan es una llamada de teléfono o un whatsapp con cuatro letras: café?
– Todo el mundo está haciendo cosas mientras tú no puedes, y encima estás aislado, aburrido, solo… o todo a la vez: viajes, excursiones, cumpleaños, fiestas, cine, paseos en bicicleta, barbacoas, parques de atracciones… Todo esto te encontrarás al abrir facebook el día más aburrido del año, como podría ser un domingo de agosto, por ejemplo. Si lo piensas, puede ser que tú lleves un mes de vacaciones en la playa, con un tiempo estupendo y un montón de cosas divertidas que podrías hacer cada día. Y esa gente, es gente que se ha quedado en la ciudad, muerta de calor, trabajando o peor, encerrada en su casa con las persianas bajadas y el aire acondicionado a tope. Sin embargo, un día, un sólo día, van a montar a caballo, hacen un bizcocho de tres pisos, se encuentran con un amigo tuyo por la calle o ven una peli en el cine, y ya parece que estén viviendo el verano de sus vidas. Mientras, las personas que no ves en un timeline están igual que tú. Al día siguiente, otro grupo de “rodríguez” tendrá su momento divertido, subirán las fotos, las verás… y te entrarán todos los males otra vez. ¡Pero nunca son los mismos! ¿Ves?
– Todo el mundo debería tener un documento gráfico de lo que estoy haciendo: no, no seas bobo y disfuta el momento. En realidad a nadie le importa y, si alguien te ve, estarás contribuyendo a su infelicidad igual que ellos hicieron con la tuya. No grabes conciertos con tu móvil; tú y el de atrás os quedaréis como memos mirando la pantalla, cuando el escenario real está ahi, justo delante de vosotros. Y total, ¿para qué? ¿Acaso crees que se va a oír bien la grabación? ¿Vas a imprimir esas fotos oscuras, borrosas y llenas de humo y vas a hacer un póster? ¿Vas a editar tú los extras del DVD de la gira? Y ya puestos, tampoco hace falta que te lleves el móvil a la playa para fotografiarte los pies cada vez que te acerques al agua, ni que hagas una foto de cada cosa que te comas. De verdad, el mundo seguirá girando, y tus  amigos superarán la incertidumbre de no saber si hoy has tomado té Earl Grey con muffins de arándanos o un carrot cake con butter cream de naranja.

Ahora, ten en cuenta que ese “todo el mundo” son sólo tus 200 amigos de Facebook, los 300 que sigues en Twitter y los 80 de Instagram. En realidad, somos 7 000 000 000 en el mundo, unos pocos más.
Así que si quieres ser un poco más feliz:
Preocúpate de vivir y disfrutar lo que vivas.
No te deprimas si los demás se lo pasan mejor que tú, y trata de divertirte como ellos.
Y, sobre todo, si quieres que tus amigos se enteren de las cosas chulas que haces ¡llámalos y que se unan!

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