Archivo mensual: diciembre 2013

Cinco razones por las que Love Actually me arruinó la vida

La película tiene un marcado positivismo, eso es obvio, pero no puedo dejar de preguntarme si sólo lo tiene porque queremos que lo tenga. Quiero decir, la Navidad, el amor, las relaciones que empiezan y en las que todo parece que va a salir bien… Pero todo eso, ¿acaso no está eclipsando a lo que sale mal?

1. Alan Rickman, Emma Thompson y los deslices que acaban con la vida que creías llevar

Vamos, no podemos obviar que esta historia resulta muy muy deprimente. Un matrimonio (ya entrado en años, por cierto), con dos críos de 9-10 años. La mujer es super amiga de Liam Neeson (que se acaba de quedar viudo), y resulta que es el marido el que decide tirarlo todo por la borda al querer liarse con la nueva secretaria, que lleva trabajando en la empresa como diez minutos, y tiene la cara más rara del mundo. ¡Venga ya!

Sin embargo, todos sabemos que esas cosas pasan, ¿verdad?

Y para colmo, está esa frase demoledora de Emma Thompson (Karen):

Karen:  Would you wait around to find out if it’s just a necklace or if it’s sex and a necklace or if, worst of all, it’s a necklace and love? Would you stay? Knowing life would always be a little bit worse? – Or would you cut and run?

Harry: Oh, God. I am so in the wrong. A classic fool.

Karen: Yes, but you’ve also made a fool out of me. You’ve made the life I lead foolish, too. 

Pdt.: Liam Neeson al final tampoco resulta ser una persona muy sensible, la verdad. Su personaje nos enseña que por muy devoto que sea tu esposo, no va a esperar ni dos meses para liarse con alguien parecido a Claudia Schiffer después de tu muerte (pero sólo porque tú se lo pediste).

 2. Sarah (Laura Linney), Karl (Rodrigo Santoro), y la inviabilidad de las relaciones «a distancia»

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Esta pareja lo tenía todo: los dos estaban «secretamente» enamorados el uno del otro, un primer baile lento super romántico, esa escena tan mona de cuando llegan a la casa de ella… Pero ella tiene que dedicarle mucho tiempo a su hermano, tienen que interrumpir la noche, y a partir de ahí son incapaces de sentarse y hablar de la situación en toda la película. ¿En serio? ¿No había ninguna forma de solucionar esto?

O sea, que estando más de tres años enamorados, y trabajando juntos (viéndose a diario, quiero decir), es imposible llevar adelante esta relación porque ella se va a ver al hermano de vez en cuando. Entonces, ¿qué esperanza queda a los que viven en ciudades diferentes o no pueden verse durante días por trabajo o lo que sea?

3. John y Judy, tan monos que… ¡puag!

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Esa relación tan inocente a pesar de las circunstancias en las que se conocen, una primera cita tan navideña, un primer beso tímido… Por favor, ¡cuánto daño! Luego las cosas no son así. Ni de lejos.

4. Juliet, Mark, y los capullos

Al principio de la película Juliet se casa con un tío que sólo aparece un par de veces más, y lo hace para demostrar que es bastante capullo. Sin embargo, su amigo Mark parece un buen tipo, aunque sea un poco simplón. Organiza sorpresas en la boda para que todo sea perfecto, intenta mantenerse alejado de Juliet porque es la novia de su mejor amigo… Mientras que del marido sólo sabemos que se habría liado con las strippers de la despedida si no hubieran sido travestis, y que es incapaz de mover el culo del sofá para escuchar a gente cantando villancicos (¡será malvado! ¿Qué clase de persona hace eso?).

Y encima Mark se declara con un «To me, you are perfect«.

Aun así, el capullo se queda con la chica. Esto también nos suena, ¿no?

5. All I want for Christmas is you. Sí, pero pide más cosas, por si acaso.

Creo que es lo que más vidas habrá arruinado de toda la película. Nos hicieron creer que la fórmula funcionaba, que no había más que decirlo, y hala, ya lo tenías. Pero claro, a estas alturas ya sabemos que la mayoría de las veces los Reyes Magos y Papá Noel no traen todo lo que habíamos pedido….

Y así podría seguir mucho más. Por ejemplo, la gente no se declara en tarjetas de Navidad (es más, ni siquiera las mandan, aunque tú sí les hayas enviado), no aprenden idiomas para poder hablar con el amor de su vida, ni buscan en todas las casas de su calle hasta dar con él (como mucho, buscan en Facebook). Aun así, y aunque por muchas razones esta película me haya arruinado la vida, una parte de mí seguirá creyendo fervientemente que el amor está en todas partes.

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Cinco cosas que aprendí de Love Actually

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El 26 de noviembre de 2003 fui con una amiga a los cines Centrofama a ver Love Actually. Fue en la era pre-centros comerciales, así que pillamos cola y entramos cuando la película ya estaba empezada, concretamente en el momento en el que el que se casa habla con el padrino sobre las strippers travestis de la despedida de soltero.

Total, que cuando salí, estaba completamente enamorada de la película: Navidad, historias románticas, mucho frío (incluso algo de nieve), y buena música. Si a eso encima le sumamos a Colin Firth y a Alan Rickman…

Como en cualquier relación, después de diez larguísimos años soy plenamente consciente de todos sus fallos: comentarios que no vienen a cuento, algunos fallos en los diálogos, algunas partes de la trama que está cogidas «con palicos y cañicas», como decimos por aquí… Pero aun así, cada año en mi casa la vemos al menos una vez durante estos días.  ¡Por darnos cuenta de que no es una obra maestra no vamos a olvidar todo lo que nos ha enseñado!

1. El amor, actually, está en todas partes.

Lo primero y principal que aprendimos, y aunque actually no tenga nada que ver con la película, es una nueva pareja de false friends. Los fans de esta película nunca volveríamos a confundir actually con actualmente.

2. ¿Por qué celebrar la Navidad durante dos semanas, pudiendo hacerlo durante todo un mes?

Esto en realidad era algo que en mi casa llevábamos haciendo desde tiempos inmemoriales, y que Ally McBeal también defendió a capa y espada, pero con Love Actually vimos que en Londres, 5 weeks to Christmas, ya hay ambientillo navideño.

3.Maroon 5 ya molaba antes del Moves like Jagger.

Sí, una de las mejores cosas que tiene Love Actually es la banda sonora, sin duda. Por ejemplo, Sweetest Godbye, de Maroon 5, que escuchamos de fondo en un coche, Here With Me de Dido, que se oye cuando el de The Walking Dead sufre un espasmo en la calle y le pega el susto de su vida a un tío que pasaba por allí, esta versionaza de All I Want For Christmas is you, las Pointer Sisters haciendo que durante unos segundos Hugh Grant me resulte simpático, el All Alone On Christmas de Darlene Love durante el principio de la escena de 1 week to Christmas… Pasando por Texas, Eva Cassidy, Kelly Clarkson, y por supuesto, el mítico Christmas Is All Around.

4. Desconfía de alguien que lleva cuernos de diablo a la fiesta de Navidad de la empresa.

Y también: si vas a comprar un regalo (encima carísimo) a tu futura querida, no seas tan gilipollas de ir con tu mujer.

5. Si estás enamorado/a de alguien durante años, y ese alguien trabaja/estudia en el mismo sitio que tú, lo sabes tú, lo sabe él/ella, lo sabe el vecino, el repartidor, el jefe y hasta el apuntador. Habladlo.

Y así llegamos al final de las cinco cosas que aprendí de Love Actually. Otro día, las cinco cosas por las que Love Actually me arruinó la vida. Que también.

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